La música y el autismo

La música y el autismo

Buenos días, ¿cómo estás?

Si has estado siguiendo nuestras redes, ya habrás podido comprobar que los días 28 y 29 de abril Isora Neurociencia estará presente en el congreso de autismo que se celebrará en Miami. 

Queremos compartir contigo esta gran noticia, ya que estamos realmente entusiasmados por la invitación que hemos recibido, y más teniendo en cuenta que el Dr. Cerna será uno de los ponentes en el congreso, cuya charla versará sobre los cambios hormonales que se producen en las personas diagnosticadas dentro del espectro en el momento de alcanzar la adolescencia, punto fundamental de cambios en las personas con autismo. 

Ni que decir tiene, aparte, que abril es una mes muy relevante para la neurodivergencia, y en especial para el autismo, ya que aparte del mencionado congreso de Miami, el pasado día 2 de abril se conmemoró el día mundial de concienciación sobre el autismo, lo que supuso el pistoletazo de salida a multitud de eventos a nivel mundial de cara a conocer mejor, no sólo el autismo como trastorno, sino a las personas que han sido diagnosticadas dentro del espectro, así como sus circunstancias, particularidades y el amplio marco de evolución que tienen por delante. 

En Isora Neurociencia queremos aportar nuestro granito de arena teniendo en cuenta la experiencia acumulada y aquello que hemos vivido con las personas con autismo y sus familias. Es por ello, que este blog tiene como objetivo principal informar desde un punto de vista científico y en base a la evidencia, las novedades de utilidad en diferentes aspectos de actualidad, entre ellas la neurodivergencia y el autismo.

En este nuevo artículo del blog de Isora Neurociencia, nuestra intención es acercarte a la relación que tiene la música con el autismo, y cómo a través de esta se pueden conseguir avances significativos en la evolución de las personas con TEA, ya que la relación música y autismo está más vigente que nunca.

Escuchar correctamente a través de la música

Creo que ya has leído en más de una ocasión en nuestro blog acerca de la relevancia del oído en el ser humano, un sentido fundamental que rige áreas clave como el lenguaje, las emociones, la memoria o la atención entre otros. Pero ¿cómo la música puede ser un apoyo trascendental para las personas con autismo?

En primer lugar la música es universal, y una de sus características principales es su capacidad de impregnar diferentes emociones en las personas, ya que según el tipo de música, esta puede provocar alegría, relajación, melancolía, euforia, etc. La música tiene la capacidad de evocarnos hacia momentos concretos de nuestra vida, con lo que el aprendizaje se puede llegar a consolidar aún más si existe una banda sonora que refuerce aquello que se está aprendiendo. Es por ello que el apoyo de la música en el período de aprendizaje de las personas con autismo puede suponer avances significativos en su evolución, como el área vestibular y motora, o la producción oral.

Nosotros mismos hemos comprobado como niños de diferentes edades han sido capaces de aprender y relacionar palabras gracias a la intervención de la música y su efecto en el oído. Una de las principales características de la música, con el apoyo de la conducción ósea y la conducción aérea, es la capacidad facilitadora que tiene para mejorar la escucha de las personas con autismo, lo que hace que empiecen a comprender mejor los mensajes sonoros que reciben del entorno y por tanto a comportarse de manera diferente en relación a cómo lo hacían en el pasado, existiendo más consciencia y atención al momento presente.

Además de esto, la música y los sonidos son importantes formas de comunicación para las personas con autismo, y apoyan a mejorar la comprensión del lenguaje y la interacción social. Existen estudios, de hecho, que han demostrado que la música, a través de una mejora de la escucha, mejora la capacidad de atención, la memoria y la coordinación motora de las personas con autismo

Motricidad gruesa, más también la fina

Un beneficio importante de la escucha través de la música es que provee herramientas al sistema de la persona con autismo de cara a mejorar su coordinación motora. La música se utiliza en el autismo para estimular y mejorar el movimiento, siendo una herramienta tremendamente útil para desarrollar habilidades físicas y motoras, empezando por tener un mejor balance a nivel corporal.  

Existen tipologías de música concreta como los valses, cuyo ritmo apoya en la coordinación motora en las personas con autismo, y puede ser particularmente útil para mejorar las habilidades de la vida diaria, como vestirse y comer, por ejemplo. 

Nosotros mismos, en Isora Neurociencia, hemos comprobado como a través de la música ha mejorado el balance y la corporalidad de muchos chicos que andaban de forma deslavazada y torpe. 

Incluso personas dentro del espectro autista que tenían dificultades para escribir o simplemente tomar un lápiz en sus manos, han procurado una sensible mejoría a través de la estimulación del oído a través de la música. 

Y de repente mi hijo me atiende cuando le hablo 

Una de las comprobaciones que más nos ha llamado la atención en las personas con autismo ha sido la mejora de la capacidad de atención y las repercusiones positivas que ha tenido en la memoria. La música apoya a la hora de enfocar la atención hacia una tarea específica, siendo a su vez utilizada para fomentar el aprendizaje de nuevas habilidades. Una particularidad que se ha comprobado es que la música ha sido particularmente útil de cara a mejorar la memoria a largo plazo de las personas con autismo, lo que puede ser especialmente importante para el aprendizaje académico, así como habilidades en su vida diaria, incluso las que conllevan procesos cognitivos complejos. 

Aparte de esto, la música y los sonidos han demostrado ser una forma de reducir el estrés y la ansiedad en personas con autismo. Las personas con trastornos del procesamiento sensorial, como ocurre en muchos casos con autismo, pueden experimentar una sobrecarga sensorial en entornos ruidosos y caóticos, con lo que cierto tipo de música proporciona un entorno sonoro más controlado y predecible que apoya a reducir el estrés, lo que ha llevado a reducir el exceso de actividad del sistema. 

La emisión de sonidos y palabras gracias a la intervención de la música

Un ejemplo de este apartado lo pudimos comprobar hace solamente unos días cuando Álex, un niño de ocho años que apenas era capaz de emitir unos pocos sonidos y un par de palabras ciertamente ininteligibles, empezó no solamente a producir nuevos sonidos, sino también palabras perfectamente pronunciadas, y por lo tanto entendibles. Una de sus terapeutas, tras el proceso de estimulación auditiva y mejora de su escucha, empezó a enseñarle nuevas palabras a través de la música, sobre todo utilizando canciones infantiles. Su relato era conmovedor, ya que nos contaba no solamente lo rápido que estaba asimilando el nuevo vocabulario que le enseñaba, sino la mejora en la pronunciación, que estaba siendo muy notoria. Esto provocó a su vez que relacionara estas palabras en contextos adecuados, algo que antes no ocurría de una manera tan habitual y ni mucho menos tan natural.

Mi hijo se relaciona más

Ha sido habitual que los familiares de niños con autismo nos mencionaran esta frase en multitud de ocasiones, y más en concreto en la interacción social con otros niños, que es una de las mayores preocupaciones de los padres con hijos con autismo. 

Este es uno de los beneficios más significativos de la escucha es la mejora de la comunicación y la interacción social. La música puede ser un medio para fomentar la comunicación entre los niños con autismo y los adultos, y entre los propios niños. Al escuchar música juntos, se pueden crear momentos de conexión y diálogo no verbal que pueden ser muy poderosos para la comunicación emocional y social 

Tanto es así, que mejoras en la escucha se han demostrado esenciales como una forma de mejorar la interacción social y la inclusión en personas diagnosticadas con autismo. La música es una herramienta que fomenta la comunicación y la conexión emocional entre las personas, de ahí que sea una forma de incluir a las personas neurodivergentes en actividades sociales y culturales que de otra manera podrían sentirse excluidas.

¿Es el tipo de música importante?

Sin duda que es importante, ya que el ritmo, la cadencia o el tono de cada tipo de música es diferente para nuestro cerebro, con lo que el sistema de la persona va a entender un mensaje distinto dependiendo de la información que reciba.

Anteriormente se ha mencionado el ejemplo del vals en referencia a las mejoras que produce este tipo de música de tres tiempos en la motricidad y el sistema vestibular. En este sentido también se pueden trabajar algunos tipo de marchas e incluso el rock and roll, aunque es importante tener en cuenta a la persona, su edad y sus circunstancias para elegir un tipo u otro de tema musical.

La música de autores clásicos como Mozart, por ejemplo, apoyan a mejorar áreas cognitivas, de atención o memoria, dependiendo de la franja frecuencial en la que enfoquen su trabajo. Es más, y aunque no sea estrictamente relacionado con el autismo, se ha comprobado que la Bossa Nova brasileña ha apoyado en procesos de personas con tendencias a la depresión, dando una idea del amplio espectro que puede abarcar la música.

Eso sí, no lo hagas sin asesoramiento

Todo lo anterior es cierto, aunque es incluso más importante que exista el apoyo y el seguimiento por parte de profesionales que tengan el conocimiento y la experiencia para aunar música con autismo, ya que de otra forma, no se conseguirán los objetivos que se pretenden. En este sentido, es indudable que la música es una herramienta atractiva y positiva para la mejora de la escucha, lo que ahonda en una mejora de la calidad de vida de las personas con autismo, demostrando mejoras en la comunicación, la atención, la memoria y la coordinación motora, aparte de ser utilizados como una forma de fomentar la interacción social y la conexión emocional. 

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